El pasado fin de semana se dieron cita en el Dojo de Ozone multitud de judocas con ganas de ver qué les deparaban estas jornadas. Amigos de Toledo, Madrid, Albacete, Granada, Lorca, Almería… se reunieron junto a los deportistas de diferentes edades de DeFrutos. Y los ponentes, Ángel Cantalicio y Juan Carlos Pérez, demostraron enseguida por qué fueron llamados a impartir el seminario. Auténticos especialistas en suelo, como he visto pocos a nivel mundial, dieron muestra de la importancia de cada gesto para transformar un simple movimiento en una auténtica obra de arte. Expusieron fundamentalmente las bases de dos situaciones detallando cada aspecto relevante y fundamentado perfectamente en los principios básicos.

Podríamos reducir las jornadas en que “los ponentes explicaron cómo pasar de las piernas cuando uke está tumbado boca arriba y tori de rodillas frente a él, y una forma de dar la vuelta a uke cuando éste está en cuadrupedia”, pero eso sólo sería indicativo de no haberse enterado de nada. La verdad es que lo que empezó con juegos didácticos de trasferencia positiva al judo suelo, en los que se trabajó el aprovechamiento del peso del cuerpo y el trabajo realizado con los empeines y las tibias, terminó siendo una exhibición de dominio en Ne Waza. Durante el tiempo de randori, los asistentes pudieron vivir de primera mano lo que supone trabajar en suelo con estos dos auténticos especialistas.

A buen seguro, el Maestro De Frutos, habría estado muy orgulloso de ellos.

“Porque el judo suelo es un mundo… asume el reto”